No son miles de kilómetros
Los que nos separan...
No son las barreras
Son las palabras...
La ausencia de ellas
La falta de ganas...
Este enorme silencio
Que inmenso
Nos abraza
Rodea mi mundo
De mi te rechaza
Silencio, te aleja
Con el me desganas
Rompiendo mi mundo
De ilusiones tan vanas
No llores mas tarde
No corras mañana
Tu muro, silencio
Mato mi alma
Los que nos separan...
No son las barreras
Son las palabras...
La ausencia de ellas
La falta de ganas...
Este enorme silencio
Que inmenso
Nos abraza
Rodea mi mundo
De mi te rechaza
Silencio, te aleja
Con el me desganas
Rompiendo mi mundo
De ilusiones tan vanas
No llores mas tarde
No corras mañana
Tu muro, silencio
Mato mi alma
3 comentarios:
Encantado de complacer a sus ojos, a su corazon... Tratare de continuar con mi labor de romper corazones, pero sin dolor.
Gracias pequeña flor.
Pero ese muro... ¿dónde se alza?
¿... En tu corazón, en su corazón...?
Y la falta de palabras... Siempre la maldita falta de palabras, el miedo a decir lo que queremos decir, ya sea por temer herir o a ser heridos...
No debería guardar para mí misma esas palabras.
Gracias por visitar mis desvaríos, Lestat. Siéntete siempre bienvenido en ellos. Yo vendré a visitar los tuyos, ahora que sé dónde se encuentran...
Un abrazo
El muro... Barreras me impongo, demasiadas a veces, que hacen cualquier pequeña muralla el mas insalvable de los obstaculos que me presenten.
Nada se ha ocultado aqui que tu no hayas podido ver. Pues en ambos, en ella y en mi, reside el silencio. Y aunque yo solo lo intente ver desde mi lado, tu bien atraviesas mi defensa.
Esta claro que yo escribo por lo que siento desde mi mundo, donde veo el muro que no me permite avanzar, que oscurece al otro lado para impedir llegar señales engañosas que me hieran. Ella conservando el silencio, para evitar que cualquier sonido fracture su consistencia.
Y yo temiendo romperlo, miedo al dolor que puede surgir al dejar escapar la verdad, recibir la verdad. Creando tambien quizas, mi pequeño, gran escudo, por no caer al abismo de un fin que presiento.
Es un halago para mi recibir tu visita, y tus palabras. Seguire sumergiendome en tus ensueños, y alegrandome de tu llegada.
Besos.
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