Vuelve el alma atrás,
Y mi corazón recuerda.
Cálidos instantes,
Que no desaparecerán.
Lo mas dulce,
Un sueño hecho realidad.
Porque ya no necesito soñar.
Solo recordar aquel día,
Aquella noche,
Aquel verano,
Para cambiar el mundo de color.
Sin proponermelo,
Sin pensar,
Como un haz repentino,
Mi mundo se hace mejor.
Allí existiré para siempre.
No una parte de mi,
Ni siquiera un recuerdo.
Soy yo, quien por siempre,
Allí seguiré.
De repente, allí,
Descubrí que había otro mundo,
Descubrí mis propias alas,
Y mi alma despego.
Porque allí, quiso por siempre
residir, persistir.
Anclada a la autentica verdad
Que fuiste tu.
Hoy esta otra alma,
Que anima este otro cuerpo,
Escucha el lejano sonido feliz
De su gemela, allá anclada.
Y recuerda, que podría ser otra,
Que podría ser aquella, que por siempre,
Allí existe.
¿Tarde o demasiado pronto?
Es la hora de limpiar recuerdos,
De archivar deseos imaginarios,
Guardar esperanzas encubridoras.
Buscaba un punto de fuga,
Una luz, para no hundirme mas
En un pozo negro.
Y no puedo seguir soñando
He de afrontar la realidad.
Los años, no pueden disfrazar
Con ansiedades, lo que no quería desear.
Llego la hora, de mirar al frente,
Dejar todo atrás,
Y no esperar nada mas.
Y llegó el día,
Llegó el olvido.
Apareció el mensaje,
Ese que tanto tiempo auguraba
Sabiendo que llegaría.
Y venció el silencio,
Ganó el resentimiento.
Se perdió el momento.
El desgaste, derrocó el ansia.
No te alcancé cuando quise,
Y hoy fui yo, quien no quiso alcanzarte.
