Lluvia que llega
Lavas tristezas al fin
De verano aferrado
En mi ciudad azul.
Otoño suave
Tenue caricia
Cambia sueños rotos
Por calida melancolia.
Pequeña y antigua, mi ciudad
Cambias hoy, de paraiso Azul
Al abrazo gris de un cielo acuatico.
Mojame el cuerpo
Calame hasta el alma
Arrastra todo lo que me ata
Todo lo que me pesa.
Otoño al fin
Enfria mis penas, dejalas quietas
Hasta que desaparezcan.
Lluvia pura de cristal
Lava mi mirada
Dejame querer algo
Llevate mi apatia.
Nota: Malaga, hoy al fin, deja paso al autentico otoño... Y al fin lluvia.
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2 comentarios:
"Lluvia pura de cristal
Lava mi mirada
Dejame querer algo
Llevate mi apatia."
Bendita lluvia... ¿verdad?
Deja que se lleve tu apatía. Tienes que dejarla...
Que te inunde con su manto frío y de aroma cálido, con su velo de evocaciones y recuerdos deliciosos.
Porque siempre hay recuerdos deliciosos...
Siempre hay algo que podemos abrazar.
Mis susurros otoñales se distancian cada vez más: demasiadas cosas me roban el tiempo, y quiero abarcar demasiadas artes a la vez. Afortunadamente, parece que poco a poco voy a poder abarcarlas. Y muchas están logrando devolverme la vida.
Gracias por tus peticiones murmuradas desde las sombras.
Un abrazo, Lestat
Abrazos para ti, y besos nocturnos... Me encantan tus palabras, y es una alegria leer tus comentarios a mis estallidos del alma.
No se porque, pero si, bendita lluvia. Siempre la he amado... Su sonido, el aroma que deja en el mundo.
Recuerdos, bellos y lejanos... Siempre quieren ser abrazados... Y esa es mi tristeza, querer permanecer por siempre alli alejado del mundo, melancolico.
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